Jessica, aquella niña de 7 años que pesaba unos 200 kilos y que no hacía más que pedir comida a su madre, ha conseguido adelgazar 150 kilos. Al final protección de menores actuó y desplazó a la niña a una clínica universitaria donde se le puso a estricto régimen de comida y ejercicio. Por desgracia ese exceso en su infancia ahora le pasa factura, primero, teniendo un exceso de piel brutal que la obligará a pasar por el quirófano y segundo, provocandole una deformidad en las piernas debido a que han tenido que soportar tanto peso en su niñez.
Via Menéame!
miércoles, 20 de agosto de 2008
Jessica era la más gorda de las niñas!
Publicado por
WiL
en
20:44
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Oh dios... ¡pero pobre niña!
Pedazo cara... y la madre no hacía más que embutirla con patatas fritas, desde luego... Pero vaya cambio, no parecía la misma.
Jo, pobre. Una infancia bastante dura, supongo... :(
Publicar un comentario